Restaurantes Michelin asequibles en Estados Unidos

Carta de vinos cuidadosamente seleccionados, vajillas impolutas y numerosos platos elaborados con toda la delicadeza: así son los restaurantes con estrella Michelin. Se da por supuesto que disfrutar de la alta cocina supone pagar un precio considerable, pero hay un montón de restaurantes top en los que no tendrás que rascarte el bolsillo. Aquí tienes una selección de restaurantes Michelin: alquila un coche y prepárate para empezar esta ruta gastronómica por el país.

Es fácil encontrar excelente comida italiana en Nueva York (solo tienes que preguntarle a cualquier neoyorquino dónde sirven su pizza favorita), pero lo de Ai Fiori, situado en la segunda planta del hotel The Langham en Midtown, está a otro nivel. El restaurante de Michael White, cuyo nombre en italiano significa "en las flores" tiene una estrella Michelin y sirve interpretaciones modernas de la cocina de la Riviera acompañadas de una selección de vinos impresionantes. Hay platos principales a partir de 45$, como por ejemplo el astice, uno de sus platos más emblemáticos a base de langosta de Nueva Escocia escalfada en mantequilla. Después de comer, podrás tomar una copa en el Bar Fiori. Además, si te alojas en The Langham, no tendrás que caminar mucho para llegar a la cama.

Si buscas un estrella Michelin excelente en Washington pero quieres evitar toda la formalidad de la cubertería de plata y los utensilios de uso confuso, echa un vistazo al Tail Up Goat. Este restaurante, regentado por Bill Jensen, Jon Sybert y Jill Tyler, está escondido en el barrio Adams Morgan de Washington, D.C. Tras su nombre extravagante encontrarás mesas de madera vista, sillas de colores, un ambiente relajado y, cómo no, una comida y un servicio excepcionales. Date un capricho y prueba varios platos de su carta, donde encontrarás porciones pequeñas y grandes, y precios que van desde los 13$ del bacalao en salazón crujiente a los 62$ del entrecot.

El barrio de Adams Morgan de Washington es además una zona ideal para alojarse. A solo cuatro minutos a pie del Tail Up Goat se encuentra el The LINE Hotel DC, un hotel espacioso y con mucha luz situado en una iglesia reformada que combina elementos antiguos y nuevos a la perfección.

El restaurante Kin Khao se fundó en San Francisco para rendir homenaje a la cocina tailandesa, y terminó siendo el primer restaurante de la innovadora chef Pim Techamuanvivit en recibir una estrella Michelin. Se trata de un restaurante modesto que se enorgullece de servir platos tailandeses auténticos con un toque creativo, elaborados con ingredientes de origen local. Podrás probar algún plato de la carta, muchos por debajo de los 20$, o ir con amigos y pedir varias cosas para compartir. Hay que tener en cuenta que el nivel de picante de muchos platos está a la altura de su origen tailandés. Alójate en el Parc 55 Hotel, que se encuentra muy cerca del restaurante.

El chef Douglas Kim no es nuevo en la escena gastronómica de Nueva York, y es que ha afilado cuchillos en sitios como Per Se, Nobu, Morimoto's o Zuma. Esa experiencia previa se nota en la carta del Jeju Noodle Bar, que tiene influencias francesas y japonesas. Aquí se sirven versiones elevadas de los platos coreanos de fideos, elaborados con ingredientes extraordinarios como la carne de Wagyu o las trufas de Périgord. Los platos principales cuestan a partir de 20$, y el Jeju es sin duda una parada obligada para los foodies. A un par de manzanas se encuentra el The Jane Hotel, un hotel elegante con un toque antiguo.

El State Bird Provisions de San Francisco toma su nombre del plato más popular del restaurante, cuyo protagonista es la codorniz (el pájaro estatal de California, es decir, su "State Bird"). El restaurante, que pertenece a Stuart Brioza y a Nicole Krasinski, cuenta con un ambiente agradable y puede presumir de tener una clientela habitual. La carta varía constantemente y ofrece pequeños platos de influencia asiática para compartir, así que cada visita es un éxito asegurado. Podrás elegir uno de los platos de los carritos que pasan por el comedor o pedir una de las sugerencias por unos 25$. Continúa con la fusión de las culturas asiática y estadounidense con una estancia en el moderno Hotel Kabuki, que se encuentra a solo cuatro manzanas del restaurante.

El Aquavit de Nueva York es un restaurante deliciosamente escandinavo. Antes capitaneado por el famoso chef Marcus Samuelsson, ahora se encuentra bajo el mando de la chef ejecutiva Emma Bengtsson. En 30 años han perfeccionado el arte de fusionar la cocina tradicional nórdica con la más vanguardista. En la carta encontrarás variedad de platos que van del gravlax al más completo smörgåsbord, pasando por postres como el Arctic Bird's Nest, un nido con huevos de parfait de queso de cabra bañados en chocolate blanco y decorado con tierra de brownie. Aunque este elegante restaurante tiene dos estrellas Michelin, los precios no son muy altos: en el bar, los principales cuestan unos 35$. Merece la pena venir (o volver) durante algún festivo sueco, ya que sirven platos especiales de temporada, como el semla durante el Fettisdag (su Mardi Gras) o el julbord en Navidad. Alójate en el Lombardy Hotel y disfruta de tu propio apartamento en el centro de Manhattan.